¿Y para los más chiquitos de la casa?

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Hacer yoga con los niños es una gran manera de introducirlos a una actividad saludable, ya que físicamente los hace más fuertes y flexibles, algo que a futuro se traducirá en mantener la forma del cuerpo o controlar el peso corporal, a convertirse en personas más tranquilas y más seguras, al sentirse bien con ellos mismos, lo cual le brindará una visión positiva de la vida.

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Aunque sus hijos no sean capaces de hacer todos los ejercicios que hacen los adultos, igualmente les será más divertido y agradable a medida que aprenden diferentes habilidades como el equilibrio y la imitación de diversos animales, lo cual va a desarrollar a la vez su creatividad.

La práctica del yoga es también, una oportunidad para que padres e hijos compartan y se diviertan juntos.

Formar grupos con otros padres es una muy buena idea, para estimular aun más su aprendizaje, pero antes de empezar la practica del yoga es importante consultar con su medico pediatra para obtener su aprobación y luego a divertirse haciendo yoga con sus hijos

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